Seguramente, en más de una ocasión habrás oído hablar acerca de los ahorradores de luz pero, ¿qué son exactamente?, ¿funcionan de verdad o se trata de una estafa? Vamos a intentar aclarar todas las dudas acerca del cada vez más popular ahorrador de electricidad para analizar si realmente funciona e interesa su instalación.
Qué son los ahorradores de luz
El precio de la electricidad ha subido mucho en los últimos años, de manera que cada vez son más los que buscan una alternativa a través de la cual conseguir reducir la factura mensual.
Una alternativa que seguramente habréis escuchado es la posibilidad de instalar unos aparatos que son denominados como “ahorradores de luz” o “ahorradores de electricidad”.
Teóricamente, estos dispositivos cuentan con una tecnología muy avanzada a través de la cual se consigue eliminar la pérdida de energía sobrante, es decir, se impide que esta energía que se produce a través de los picos de potencia, pase del contador y por tanto, acabe desperdiciada a la vez que nos la cobran.
Por otra parte, también prometen crear una buena distribución de la energía residual, logrando de este modo su aprovechamiento, a la vez que mantienen constante la corriente eléctrica y reducen las subidas de tensión.
También prometen que estos dispositivos están diseñados para impedir la radiación electromagnética, con lo cual, tal y como podemos observar, se trataría de una solución fantástica que nos ayuda a bajar la factura mensual, reducir el impacto medioambiental y a la vez protege a nuestros aparatos y a nosotros a nivel de salud frente a la radiación electromagnética.
La realidad de los ahorradores de electricidad
Tal y como hemos podido ver en el apartado anterior, se trata de un aparato maravilloso y que sin duda todos queremos tener en nuestros hogares, pero la realidad es bien distinta, y es que los ahorradores de luz no son tan fantásticos como parecen.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que no hay estudios relacionados con estos dispositivos que realmente demuestren que funcionan tal y como prometen.
Hay que tener claro que cada aparato que tenemos en casa tiene unos requisitos a nivel de potencia, los cuales no se pueden variar ya que de lo contrario el aparato no funcionaría o se averiaría.
De esta manera, no existe ningún aparato mágico que reduzca la necesidad de potencia o energía en los aparatos, y menos obteniendo los mismos resultados.
Lo que sí es cierto que se trata de unos dispositivos que tienen en su interior una serie de capacitores que son los que consiguen regular la potencia para aquellos aparatos que tiene la capacidad de generar energía reactiva, que viene a ser la energía que sobra y es desperdiciada por el aparato.
Esto ocurre con los motores industriales y en general con aparatos de potencias muy elevadas, es decir, con aquellos que se utilizan en el ámbito de la industria, no en los hogares.
En el caso de una empresa que tenga este tipo de instalaciones industriales y contrate una potencia elevada, sí puede conseguir un pequeño ahorro, pero en el caso de particulares, no sólo no se utiliza este tipo de maquinaria, sino que además, tan sólo se paga por kilovatio-hora consumido, de manera que los prometedores ahorradores de luz no sólo no son un aparato de alta tecnología, sino que tampoco sirven para nada en el hogar.