El brote global del coronavirus ha impactado en la salud y el bienestar de muchos millones de personas, creando desafíos económicos y sociales nunca vistos en la historia moderna, interrumpiendo las operaciones comerciales y de la cadena de suministro y afectando a miles de millones de trabajadores en todo el mundo. Para España y para el resto del mundo este es un momento crucial para que los gobiernos y las instituciones financieras internacionales no pierdan de vista nuestros objetivos climáticos internacionales.
Es solo a través de la lente de «construir un mundo mejor» para el futuro, invirtiendo en tecnologías bajas en carbono y acelerando la transición energética que podemos garantizar una recuperación económica duradera y sostenible. Una recuperación que depende de nosotros y que puede convertir por fin el mundo en un sistema económico más verde globalmente es el único camino hacia un futuro más ecológico.
En este momento de crisis, la industria de aerogeneradores de la energía eólica tiene un papel vital que desempeñar como socio estratégico para que los gobiernos estimulen el crecimiento económico y permitan la creación de empleo al tiempo que cumplan los objetivos de emisiones para cumplir con nuestros objetivos climáticos.
Para llevar a cabo toda esta reestructuración del país en un nuevo modelo de energía será necesario revisar los planes de desarrollo renovable a medio y largo plazo. En particular, la expansión de capacidad prevista en el PNIEC llevaría a precios medios capturados por la eólica y fotovoltaica muy por debajo de sus costes normalizado (LCOE). Esto conlleva un problema de “missing money”, refiriéndose a que los precios no reflejan adecuadamente el valor de la inversión. Si no regresamos al status quo anterior, el plan y su implementación necesitaran ajustes.
La energía eólica marina crece en ASIA
La energía eólica marina está creciendo fuertemente en Asia, y los beneficios económicos de la industria serán significativos para los países con grandes poblaciones costeras. Por ejemplo, un mercado eólico marino emergente como Taiwán está en camino de generar 20,000 empleos locales y una inversión interna de casi US $ 30 mil millones mediante la instalación de 5.5 GW para 2025, lo que será crucial para revitalizar su puerto y otra infraestructura. En Japón, se espera una inversión directa de $ 46 a 55 mil millones para alrededor de 10 GW de infraestructura eólica marina para 2030.
Los impactos duraderos de COVID-19 y el ritmo de la recuperación económica global dependerán de las acciones que todos tomemos en los próximos meses. Este es un momento crucial para que los gobiernos de Asia y el mundo aprovechen el potencial de la industria eólica para generar una inversión de capital masiva, crear empleos calificados y beneficios para la comunidad y renovar la infraestructura crítica para permitir una recuperación económica duradera y sostenible.