Si has contratado un seguro, es muy importante que conozcas todas las coberturas, ya que en cada caso pueden variar de forma considerable, pero de todas formas vamos a intentar hacer una valoración bastante aproximada de los daños eléctricos que cubre mi seguro, consiguiendo de esta forma saber aquellos casos en los que tenemos más posibilidades de reclamar y en los que no va a ser tan fácil.
Qué son los daños eléctricos
Antes de comenzar a analizar los daños eléctricos que puede cubrir tu seguro, es muy importante que en primer lugar entendamos a qué nos referimos cuando hablamos de “daños eléctricos”.
Dentro de este grupo entran todos los daños de tipo eléctrico que se hayan producido por algún desperfecto relacionado con un problema de la electricidad o incluso con los daños causados por factores externos como por ejemplo la caída de un rayo.
Por qué se producen
Por norma general, los daños eléctricos se producen por las siguientes causas:
- Averías de tipo eléctrico.
- Cortocircuitos.
- Presencia de arcos voltaicos.
- Suministro anormal de la corriente eléctrica.
- Variaciones de tensión, tanto subidascomo bajadas.
Qué daños eléctricos cubre mi seguro
Es muy importante que tengáis en cuenta que vamos a hacer una valoración con el objetivo de analizar qué daños eléctricos cubren los seguros, es decir, vamos a tener en cuenta la mayoría de las pólizas, pero es muy importante que cada uno estudie la suya de forma específica, ya que es habitual que pueda haber cambios muy especialmente en los daños eléctricos que cubre, y con menos habitualidad en los que no suelen cubrir.
Los daños que no suelen cubrir los seguros
Por norma general, la mayor parte de pólizas se desentienden de los daños producidos a cualquier tipo de aparato eléctrico que tenga más de 10 años desde la fecha de compra.
De hecho, dependiendo del seguro, incluso puede llegar a acortar la antigüedad en el caso de aparatos de uso intensivo como por ejemplo los sistemas de calefacción.
Tampoco cubrirán los daños estéticos producidos al aparato mientras esté siga funcionando, y por supuesto, tampoco cubren bombillas ni rotura de lámparas.
En el caso de los elementos eléctricos de exterior, por norma general, tampoco van a ser cubiertos por la aseguradora.
Daños eléctricos que se cubren habitualmente
El resto de daños, es decir, los ocasionados a aparatos y electrodomésticos de menos de 10 años de antigüedad que hayan dejado de funcionar o que presenten un funcionamiento anómalo o peligroso, se podrán pasar a través del seguro.
Qué aparatos y electrodomésticos se ven afectados con más frecuencia por daños eléctricos
Según informan los seguros en base a las estadísticas que se obtienen a partir de las reclamaciones recibidas, hay tres aparatos que son los que más se suelen dañar debido a la presencia de un fallo eléctrico que son los televisores, los frigoríficos y las vitrocerámicas.
Os recordamos que desenchufar, apagar el interruptor de la regleta o utilizar enchufes de encendido y apagado con mando a distancia, no sólo os va a permitir aislar los aparatos que no estéis utilizando en el caso de que se produzca un fallo eléctrico, protegiéndolos y evitando males mayores que incluyen incendios, sino que además también estaréis evitando el conocido como consumo invisible o consumo fantasma, el cual se basa en la energía consumida por los aparatos cuando están desconectados, lo que a su vez supone un importante ahorro cada mes.