El año pasado fue histórico para las energías renovables en España. Además de haber crecido fuertemente y haber engrosado su porcentaje de participación en el sistema eléctrico central, muchas personas conocieron los beneficios de las energías renovables.
Los beneficios más difundidos, claro está, son los que tienen que ver con el cuidado del medio ambiente y sus inagotables fuentes de materia prima que tienen estas energías renovables. Pero existen otras ventajas no están tan visibilizadas, y que es bueno remarcar para seguir insistiendo en la importancia de dejar atrás los caducos sistemas energéticos del pasado y sumarse a la «ola verde» de las energías limpias.
Generación de empleo
Según los últimos registros, que datan mayo del año pasado, 11 millones de personas trabajaron durante 2018 en empleos relacionados con las energías renovables en todo el mundo.
Si se compara esa cifra con la del 2017, se registra un incremento de trabajadores del 7%. Nunca antes en la historia las energías limpias habían dado tanto empleo a la humanidad. Es que la diversificación del sector ofrece múltiples y variados puestos de trabajo a las personas. Desde la fabricación, instalación e ingeniería de sistemas de energías renovables, hasta las ventas y el marketing relacionado a la difusión de este tipo de energía.
Lógicamente, la energía solar fotovoltaica y la energía eólica siguen siendo las más dinámicas de todas las renovables en materia de creación de puestos de trabajo.
Actualmente en España, entre estos dos tipos de energía renovable cubren el 25 por ciento del total de la electricidad que necesitan los consumidores. En 2030, esa cifra se duplicará, hasta que entre ambas energías sumen el 51% de la generación eléctrica del país. Pero lo más interesante está planificado para el 2050. En ese año, la idea es que entre la energía eólica y la energía solar generen las tres cuartas partes de la electricidad española.
En el resto del mundo, la energía renovable líder es la solar fotovoltaica. Y también lidera la cantidad de empleos generados a su alrededor. El continente más beneficiado en este sentido es Asia, que alberga más de tres millones de empleos fotovoltaicos. Esto es casi el 90% del total mundial.
Por su parte, en Estados Unidos, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) estima que entre 2016 y 2026 crecerá un 100% el número de empleados en la instalación de sistemas solares o de mantenimiento de aerogeneradores. Si se cumplen esas estimaciones, estos sectores energéticos serán los que encabecen la creación de empleo en el país.
Rentas para la economía rural
Las energías renovables están profundamente relacionadas con el mundo rural. Generalmente, los parques eólicos o las grandes instalaciones de paneles solares están ubicados en zonas alejadas de las ciudades. Y entonces, los primeros que reciben directamente los beneficios de las energías renovables son los habitantes del campo. El ingreso más directo y fácil de ver es el alquiler o la compra de terrenos para llevar adelante las instalaciones eléctricas.
En España, muchos de los proyectos eólicos y fotovoltaicos obtenidos en las subastas de 2016 y 2017 están situados en Aragón. Por contrato, deben estar finalizados en este 2020 que acaba de comenzar. En todo este tiempo, los desarrolladores de estos proyectos desembolsarán alrededor de 14 millones de euros a los ayuntamientos y a personas particulares. Esa cifra se repartirá al 50%, aproximadamente, entre impuestos y alquileres de los terrenos. Si hablamos de la explotación de parques eólicos, durante los próximos 30 años de explotación recibirán unos 420 millones de euros más como uno de los tantos beneficios de las energías renovables.
El precio de la energía
Uno de los principales beneficios de las energías renovables es su menor coste con respecto a la energía tradicional. La energía más barata de todas es la eólica.
El primer hecho que favorece su desarrollo es que las actuales turbinas de viento son mucho más grandes. Así, captan más eficientemente la fuerza del viento. Y por eso mejoró drásticamente la rentabilidad de quienes invierten en este tipo de tecnología.
Por ejemplo, durante la entrada de la borrasca que sufrió España antes de la última Navidad, la producción de energía eólica alcanzó el 44% del total del sistema central. Eso bajó fuertemente el precio de la electricidad. Ese es el camino para lograr el sueño de la energía barata.
Con tanta energía producida en base a fuentes naturales, el mercado mayorista de electricidad operó a niveles tan bajos como los alcanzados desde hacía cinco años.
Sin embargo, a pesar de la impactante rebaja de precios, los españoles pagan una de las facturas eléctricas más costosas de toda Europa. El precio medio de diciembre pasado había sido de 39,45 euros el megavatio hasta antes de las borrascas. Si comparamos ese mismo valor con igual período del año 2018, el derrumbe del precio nos podría llegar a sorprender: el valor medio era de 61,81 euros. Esta baja de costes que ven los españoles es otro de los grandes beneficios de las energías renovables.
¿Cómo se compone la factura de electricidad? La cotización diaria del mercado significa el 35% de lo que paga el usuario con tarifa regulada. Por su parte, los peajes de acceso representan el 45% de la factura. Y finalmente, los impuestos son el 20% restante.