Ya han sido publicados los objetivos de la nueva Estrategia Energética de Euskadi 2030, a través de los cuales se busca conseguir cambios representativos en materia de energía a lo largo del decenio en el que nos encontramos, de manera que vamos a aprender qué es exactamente esta estrategia, y cuáles son los principales objetivos que se quieren alcanzar antes de llegar el año 2030.
Qué es la Estrategia Energética de Euskadi
La Estrategia Energética de Euskadi 2030, es un proyecto que contempla las nuevas políticas energéticas que se pretenden implantar y poner en marcha a lo largo de los próximos 10 años.
Cabe destacar que cada 10 años, se establece una nueva estrategia en materia de energía, de manera que se puedan fijar unos parámetros a través de los cuales se logre un avance sustancial dentro del ámbito del consumo energético responsable.
Este punto de vista a medio plazo, es el que permite dar los pasos en la dirección correcta, estableciendo objetivos a medio y corto plazo que son los que permiten alcanzar esa revolución energética tan necesaria a lo largo de todo el planeta.
En esta ocasión, las energías renovables se han convertido en uno de los ejes más destacados de la nueva estrategia energética, pero por supuesto, el proyecto comprende que los cambios no se pueden llevar a cabo de forma drástica, sino que deben ir de un modo progresivo para poder adaptarse a las necesidades y exigencias del usuario final.
El objetivo principal de esta estrategia es apostar por un año 2050 con cero consumo de petróleo para la producción de energía, para a continuación, antes del año 2100, conseguir otro objetivo que es el de alcanzar el cero consumo de combustibles fósiles.
Para el año 2050, se espera haber reducido en un 80% las emisiones de GEI con respecto al año 2005, pero por supuesto, todavía quedan otros dos proyectos adicionales al que se encuentra activo en estos momentos para poder alcanzar estos objetivos a largo plazo.
Objetivos que busca alcanzar para 2030
En estos momentos, lo más importante es barajar los objetivos que se pretenden alcanzar para el año 2030 en materia de eficiencia energética, para lo cual se van a ir estableciendo algunos cambios que comenzarán su andadura en este decenio, aunque se irán desarrollando en los próximos dos decenios.
Entre ellos destaca la contribución al mantenimiento del sistema energético competitivo y sostenible, así como la incrementación del aprovechamiento de las energías renovables.
También se buscará establecer áreas prioritarias de investigación, que permitan la identificación de recursos y un positivo desarrollo tecnológico industrial dentro del campo energético.
A su vez se intensificarán las actuaciones en materia de eficiencia energética, abarcando todos los sectores de consumo, con el claro objetivo de limitar el consumo energético a lo realmente necesario.
El principal objetivo en estos momentos es el de conseguir reducir la demanda de energía de sectores como son la administración, edificios y viviendas, transporte, industria y sector primario, con lo cual se espera poder alcanzar un nivel suficiente que permita que en las próximas estrategias se sigan dando los pasos de forma adecuada para alcanzar los objetivos tanto para el año 2050 como para finales del presente siglo.